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RAMÓN VILA GIMÉNEZ: EL CIRUJANO QUE SALVÓ VIDAS EN EL RUEDO
BIOGRAFÍA Y FORMACIÓN ACADÉMICA
Ramón Vila Giménez nació en Sevilla en 1938, en el seno de una familia vinculada al mundo taurino y médico. Su padre, Ramón Vila Arenas, fue jefe de enfermería de la Plaza de Toros de La Maestranza, cargo que años después heredaría el propio Ramón, convirtiéndose en una figura clave de la cirugía taurina española.
Desde joven, mostró gran interés por la medicina, licenciándose en Medicina y Cirugía por la Universidad de Sevilla en 1957. Su formación no se limitó a las aulas: bajo la tutela de su padre, aprendió no solo las bases de la cirugía, sino también el profundo respeto por la fiesta brava, lo que marcaría su futura carrera.
TRAYECTORIA HOSPITALARIA Y DOCENTE
Tras graduarse, comenzó su carrera como profesor de prácticas en la Cátedra de Cirugía (1957-1961). Posteriormente, ingresó en el Servicio de Cirugía del Hospital Universitario Virgen del Rocío, uno de los centros médicos más importantes de Andalucía.
Dentro del hospital, ocupó puestos de gran responsabilidad:
- Jefe de Sección Quirúrgica (1978-2001).
- Coordinador del Área Quirúrgica (1998-2004).
Su trabajo en el ámbito hospitalario le proporcionó una sólida experiencia en traumatología y cirugía de urgencias, habilidades que luego aplicaría en el mundo taurino.
LA MAESTRANZA: 33 AÑOS AL FRENTE DE LA ENFERMERÍA
En 1965, se incorporó al equipo médico de la enfermería de La Maestranza, donde su padre era el cirujano jefe. Allí aprendió las particularidades de las heridas por asta de toro, desarrollando técnicas quirúrgicas adaptadas a este tipo de traumatismos.
En 1978, tras superar una oposición, asumió el cargo de jefe de la enfermería taurina de Sevilla, puesto que ocupó hasta su jubilación en 2010. Durante más de tres décadas, fue el máximo responsable de atender a los toreros heridos en una de las plazas más importantes del mundo.
PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE CIRUGÍA TAURINA
Su prestigio como cirujano taurino lo llevó a ser elegido presidente de la Sociedad Española de Cirugía Taurina durante seis años. Además, organizó y presidió dos ediciones del Congreso Médico Internacional de Cirugía Taurina (1982 y 1992), celebrados en Sevilla, donde se debatieron avances en el tratamiento de las cornadas.
También formó parte de la Junta Consultiva Nacional del Consejo de Asuntos Taurinos de Andalucía, asesorando en materia de seguridad y protocolos médicos en los festejos.
LOS CASOS MÁS DRAMÁTICOS DE SU CARRERA
A lo largo de su trayectoria, Ramón Vila atendió cientos de heridas, algunas de extrema gravedad. Entre los casos más destacados:
- La tragedia de Paquirri (1984)
El 26 de septiembre de 1984, en Pozoblanco (Córdoba), Francisco Rivera "Paquirri" sufrió una cornada mortal en la femoral. Sus últimas palabras fueron: «¡Que llamen a Ramón Vila!», demostrando la confianza que los toreros depositaban en él. Aunque no pudo salvarle, este episodio lo convirtió en un referente mundial.
- La temporada negra de 1992
Uno de los años más trágicos en su carrera fue 1992, cuando dos toreros murieron en La Maestranza:
- Manolo Montoliú (1 de mayo), cornado en el corazón.
- Ramón Soto Vargas (14 de septiembre), también con una herida cardiaca irreversible.
- El milagro de Curro Sierra (2004)
En junio de 2004, el novillero Curro Sierra sufrió una cornada que le seccionó la unión de las arterias ilíaca y femoral, una lesión casi siempre mortal. Gracias a la rápida intervención de Vila y un equipo de cirujanos vasculares, se logró un by-pass de emergencia, salvando tanto su vida como su pierna.
Publicaciones y legado
Además de su labor asistencial, Ramón Vila contribuyó a la divulgación médica con:
- Su libro "Cirugía Taurina, mito o realidad", donde analiza casos reales y técnicas quirúrgicas.
- Numerosos artículos y ponencias sobre traumatología taurina.
RETIRO Y RECONOCIMIENTO
Se jubiló en 2010, a los 72 años, tras 33 años como cirujano jefe de La Maestranza. Aunque dejó el cargo, siguió vinculado al mundo taurino, asesorando en casos graves.
Hoy, Ramón Vila Giménez es considerado una leyenda de la cirugía taurina, recordado por su habilidad, humanidad y dedicación. Su nombre sigue siendo sinónimo de excelencia médica en el toreo, no solo en España, sino en todo el mundo.